jueves, 27 de diciembre de 2012

Porque 2013... Va-a-molar-mucho!!


De 2012 aprendí que crecer sólo duele al principio, cuando duelen las rodillas, pero que luego ese dolor ya no es malo, no hace tanto daño, y mola..

En 2012 te aprendí, y aprendí a quererte sin quererte. A mirar por ti, a respetarte, a desear que fueras feliz, a no ser egoísta. A quitarme de en medio sólo para no dolerte.

De 2012 aprendí que el vaso siempre está medio lleno y la botella también. Con la nevera no ocurre lo mismo, porque cuando tienes mucha hambre siempre la ves medio vacía, pero eso es otra historia que no va tanto conmigo.

2012 me enseñó que a veces se da más de lo que se recibe, pero también me advirtió de que la culpa no era tuya, sino mía.
En 2012 te estudié mientras dormías y descubrí que no eras lo que quería para mi, que no me dabas lo que necesitaba, que no pensaba conformarme con tu “nada” dosificado. Quizás fui yo, que no supe entenderte. O tú, que no supiste explicarte. Da igual. Ya da igual, porque a veces el fin no justifica los medios, y no se necesita nada que justifique ese fin además de sensaciones.

2012 me advirtió que no debía esperar nada de la gente, y sin embargó sólo encontré cosas buenas, porque las malas las fui soltando por el camino cuando empezaban a pesarme.

2012 me enseñó que soy más fuerte de lo que pienso, más independiente, más feliz, más positiva, y que giro el caleidoscopio mejor de lo que creía..
Con 2012 tomé café de la mano de mis sueños, algunos los cumplí, otros quedaron más cerca.

2012 unió a personas importantes en mi vida con otras personas importantes en las suyas, y nos trajo la ilusión de los que vendrán en 2013.
En 2012 conocí a otra pequeñita familia a la que no tardé nada en querer y de la que ya no quiero deshacerme.

2012 nos alejó en kms, pero nos demostró que nos teníamos cada vez más cerca, como siempre… desde siempre.

En 2012 seguí cruzando sin mirar, tirándome a la piscina, superando barreras y matando miedos. A veces fue difícil. Otras incluso lloré. De vez en cuando di algún grito y en algún momento necesité un buen bofetón.

Y así podría estar tres horas y mil líneas, y quizás no me entendieras ni dieras forma a mis metáforas. No importa. Cada uno seguirá pensando lo que quiera que sea que piensa del mundo, y yo seguiré orgullosa de los que están a mi lado.. de lo que 2012 me regaló, y también de lo que se llevó.





En 2012 CRECÍ… Le eché valor al mundo, me di la vuelta cuando hizo falta y di un salto cuando tuve que hacerlo. Corrí deprisa. Me alejé despacio.. pero me alejé. Cada vez que me lo pidió el cuerpo.


En ti pensé.

A ti te puse límites.

Tú engordaste porque eres un gato mimado que duerme en mis pies.

A vosotras os descuidé en ocasiones porque no llegaba a todo... y os eché de menos.

A ti te apoyé, y creo que lo hice bien.

Tú me hiciste el mejor regalo que podías hacerme.

A ti te añoré, pero nunca fui a contártelo.

A ti, te seguí queriendo.

Contigo descubrí que existe gente con barreras.. y no quise luchar para romperlas.


A ti te odié más de lo que te merecías, te traté mejor de lo que te merecías, te consentí más de lo que te merecías; y cuando me di cuenta de lo que me merecía yo…te mandé a la mierda. Y así, tú me perdiste.


A ti te recuperé.

A ti te quise más de lo que te quería.

A ti me acerqué. De ti me alejé.

A ti creí haberte encontrado al día 3, te definí con la perfección, y me di cuenta de que la imperfecta era yo.

Contigo aprendí de la vida, del amor, de la amistad y de otras muchas cosas más.

A ti te escribí más de lo que ves y te publiqué menos de lo que piensas.

De ti seguí aprendiendo. Y de ti. Y de ti, y también de ti..

Tú seguiste presente, conmigo. Siempre.




Y es que si tengo que describir 2012 en una palabra lo hago con GRANDE. Y no cambio ni uno sólo de los momentos que me ha regalado y que me han traído hasta aquí.



Y ahora que tengo la fórmula sólo puedo decir que 2013 va-a-molar-mucho!! Porque lo mejor está por llegar..
¿Vienes?



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