lunes, 12 de septiembre de 2011

Me gusta un chico que no me hace caso.

A veces, cuando no me apetece escribir, releo notas de hace tiempo, y me entretengo pensando por qué actué como actué, dije lo que dije y callé lo que callé... Hay veces en que las cosas cambian mucho en poco tiempo, y otras en que siguen igual por muchos años.
Yo, últimamente, soy experta en disfrazarme de veleta, y en girar 180 grados en menos de 180 horas...






¿Me gusta un chico que no me hace caso?
¿O me gusta un chico porque no me hace caso?

Al final todo se reduce a lo mismo: ambición.

En el mundo existen muchos tipos de personas, pero hoy concretamente, sólo me interesan dos: conformistas e inconformistas.

El conformista se acomoda, no tiene aspiraciones más allá de las que pueda alcanzar con su mínimo esfuerzo, es lineal, pasa desapercibido, no lucha, se rinde con facilidad...
Sí: se conforma.

El inconformista...
El inconformista se esfuerza, no entiende de obstáculos ni barreras, nunca tiene suficiente, lucha, es ambicioso...

Influyen en todo esto infinitos factores más, pero ni soy socióloga, ni psicóloga, ni tengo todo el espacio o tiempo del mundo para irme por las ramas más de lo que lo hago habitualmente...

Si tuviese que meterme a mí misma en un saco, creo que sería en el del inconformismo.
Es lo difícil aquéllo que me llama la atención, nunca nada me parece perfecto, siempre se puede pedir más, querer más, aspirar a más... Y eso siempre, y digo siempre, resulta ser un problema a corto plazo.
Sin embargo, por qué tantas veces me conformo con migajas? Por qué las cosas fáciles pierden todo su interés? Será ambición? Superación? O simplemente una cuestión de "química"?
Supongo que ese es otro tema y se merece otra nota.

La ambición es una virtud, o, más bien, una ventaja competitiva, pero en ocasiones trae problemas.

Para mi esto es también relacionable con el grado de ignorancia de cada uno. Quién es más feliz? El ignorante? O el espabilado que capta cada mínimo detalle a la primera?
Desde mi experiencia sólo se me ocurre ahora mismo una cosa: "bendita ignorancia"...
Sí, a mí muchas veces me gustaría ser más ignorante, señores.

Qué es preferible? Marear? Estar mareado? O dejar que te mareen? Sinceramente creo que cualquiera de las tres actitudes se reduce a lo mismo: gente inconformista, cuyo presente, o cuyas expectativas de futuro, no les convencen porque no les llenan.
Gente buscando vías de escape.

Y es que al final todo desemboca en una cosa en concreto: el miedo.
Miedo al rechazo, miedo a equivocarse, miedo a lo desconocido, a la incertidumbre... Miedo a la lucha.

Yo seguiré llevándome mis hostias, pero siempre serán después de haber bajado la cuesta con más pendiente del Dragon Khan, esa en la que tienes que chillar para soltar adrenalina porque si no te ahogas.

Seguiré llorando y rompiéndome en mil trocitos cada vez que me caiga, pero también seguiré levantándome rápido y con fuerza, riéndome a carcajada limpia hasta hacerme pis encima o tener agujetas en la tripa.

Seguiré siendo imprecisa, veleta, impulsiva, camaleónica y soñadora.

Seguiré dando más de lo que recibo, soñando más de lo que duermo, hablando más de lo que callo y sincerándome más de lo que debo.

Seguiré escribiendo notas sin pies ni cabeza, y si me quitas el pc lo haré desde el iPhone aunque me escuezan los ojos.

Seguiré quejándome de vicio...

Seguiré pensando en ti, porque no pude ser ignorante como quise, ni pude mantener mi barrera como debí, pero ese "pensar en ti" ya cada vez lo haré más de vez en cuando...

Es lo que tiene el inconformismo, que "pica", que motiva... Pero que te permite abandonar cuando menos te lo esperas, de la noche a la mañana, en el momento en que tu cabeza hace "clic" y tu cuerpo te pide más.
Es entonces, en ese punto de inflexión, cuando todo pasa... Porque todo pasa.

Yo sé que me encapricho con facilidad, y meeec, error!!
Eso sí, también sé que sé alejarme con facilidad si la cosa se pone fea.
Volvemos a mi punto de partida de siempre: la búsqueda del máximo beneficio; y en cuestión de relaciones, esto no iba a ser menos.

Y es que sólo hay una pregunta para un ambicioso: ¿dónde está el límite?

Allá cada uno con su respuesta...

1 comentario:

  1. Uau! Es como si lo hubiese escrito yo! nunca he conocido a alguien q piense exactamente lo mismo... gracias! pensaba que era rara pero hay mas gente como yo!jajaj

    ResponderEliminar