Es el fin de una era... el principio de una historia.
Evolucionas, avanzas, giras, maduras, creces... vives.
A mi alrededor el mundo se mueve demasiado deprisa.
Estoy harta de "escribir moñas", de princesas y de cuentos. Quiero decir palabrotas, chillar si hace falta, reírme a carcajadas, conducir rápido y hablar de coches, ser incorrecta, imprecisa, imperfecta...
Quiero que notes que no estoy cuando no estoy.
Me gusta tirarme al suelo aunque se me manche el vestido, saltar aunque me despeine, hacer la croqueta y la cucaracha aunque adivines el color de mi ropa interior.
Me gusta ser la parte que perdiste...
Estoy harta de "me gustaS". O no... quizás no.
Me gusta esa sensación...
Creo que odio escribir tanto sobre lo que me gusta y lo que no me gusta, pero hay demasiadas cosas que me apetece decir.
No sé lo que es. Será eso a lo que todos llaman "todo" y que en realidad no es nada. Será que no dije "basta"...
pues si no lo dije, será porque no me apetecía.
Dejé de tratarte como prioridad el día en que descubrí que tú me tratabas como opción. O fue al revés? Puede que fuese al revés.
No sé por qué tengo esa necesidad de seguir comprando "cantimploras" en los kioscos, sólo para rascar la pegatina y dar con un "sigue buscando" aun teniéndote a mi lado.
Quiero eso, quiero todo eso de lo que tanto hablo y que tanto veo.
Quiero ser sincera, y a veces lo soy con todo el mundo menos conmigo misma.
Quiero lo que me ofreces pero me espanta lo que te guardas.
Quiero lo que me falta.
Quiero lo que me das, pero lo siento... no te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario