jueves, 9 de agosto de 2012

Jugar a perderse para encontrarse

A veces la gente se pierde. Yo, encima, me oriento fatal. 
Sí, el día que repartieron el sentido de la orientación debí de quedarme durmiendo, porque a día de hoy todavía no he averiguado en qué parte del cerebro la tengo...


Es cierto que hay que perderse para encontrarse pero... ¿cuánto tiempo tenemos que estar perdidos?

Y, ¿cómo define cada uno el "perderse"? 
¿Es no saber llegar a un sitio? 
¿Es no saber dónde estamos? 
¿Es dar vueltas y vueltas sobre uno mismo sin ser capaz de avanzar? 
¿Es olvidarse de quiénes somos? 
¿Es no encontrar el camino de vuelta? ¿Es equivocarse de camino?



Supongo que cada uno se pierde de una manera. Hay quien pierde el norte y hay quien nunca lo tuvo, como yo, que nací en el sur y me quedé sin muelas del juicio.

Hay quien se bloquea, se queda parado mientras el mundo gira a su alrededor a velocidades vertiginosas, mientras todo se ve borroso, mientras se marea hasta caer al suelo... Quizás esa sea una buena forma de encontrarse... Te mareas, caes, y del susto y el daño del porrazo espabilas de golpe... No lo sé.


Hay quien cuando se pierde camina muy atento, con los ojos muy abiertos, absorbiendo como una esponja cada cosa que encuentra durante su recorrido. Sí, yo creo que esa también es una buena forma de encontrarse, y, si no de encontrarse, de redescubrirse, redefinirse... de resetearse.



Hay quien anda cabizbajo, mirando al suelo, siendo incapaz de ver lo que hay delante... ¿Será también esa una buena forma de volver? Quizás, si fuiste dejando miguitas de pan por el sendero, lo sea...



A veces la gente se pierde y no se da cuenta de que está perdida ni hasta qué punto lo está.



A veces perdernos hace que nos bloqueemos.



Una vez leí algo así como "Before the beginning of great brilliance, there must be chaos. Before a brilliant person begins something great, they must look foolish in the crowd". Creo que proviene de la filosofía del I Ching, un libro oracular chino que se considera adivinatorio y también moral... O no sé, porque no lo he leído, pero recuerdo que me marcó porque pensé: "Pues quizás no sea tan malo que mi vida sea un caos! Quizás lo mejor está por llegar!" 

Y sí, lo está... sólo necesitamos estar preparados para reconocerlo.


En cualquier caso, nunca me importó demasiado ser tan caótica, y hasta me vino bien para no calentarme mucho la cabeza a la hora de buscar nombres de mascotas...

Pero cuando llega el momento, cuando llega ese momento en que el mundo borroso que giraba a velocidades vertiginosas a tu alrededor se para en seco, cuando te das cuenta de la espiral en la que giras sobre tí mismo, cuando aparece alguien que te dice que aflojes... parece que tu caos, hacia un lado u otro, positiva o negativamente, está a punto de terminar y desaparecer por fin.



Yo me pierdo de muchas maneras. Encontrarme... me encuentro de pocas. 


Esta vez me dio por andar cabizbaja mirando al suelo, y os sorprenderíais al saber que no es malo, porque a veces, mirando al suelo, te encuentras por sorpresa algún billete que te llena los bolsillos que dejaste tan vacíos...


Perderse no es malo. Lo terrible es no volver.



3 comentarios:

  1. Precioso!!! Me ha encantado!!!

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  2. Buscándome ando y a veces de más de una forma a la vez. A vece miro al suelo para recoger las migajas que completan el puzle de mi pasado y me ayudan a entenderlo, otras veces casi prefiero olvidar de donde vengo para reinventare, viviendo nuevas experiencias, esperando encontrar algo de mi en cada una de ellas.

    A veces me busco debajo de la tapa de las natillas, pero siempre me dicen lo mismo "Sigue buscando".

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