jueves, 17 de mayo de 2012

A veces, cuando nadie mira...


-A veces te comportas como una cría…

-¡Y qué? ¿Y qué si digo tonterías? ¿Y qué si me fascinan las teorías de los niños de 4 años? ¿Y qué si me emocionan las pelis de Disney?

-No me refiero a eso, no es sólo eso… es… que no eres seria.

-¿Seria? ¿Que no soy seria? Define seria. 
¿No soy seria por pisar los charcos? ¿No soy seria por cruzar sin mirar? ¿Por no tomármelo todo a la tremenda? ¿Por tener siempre una sonrisa para alguien, aunque sea para quien me da cambio para sacar tabaco? ¿No soy seria por no vivir amargada y llevar la cara hasta el suelo como tú? Dime, ¿qué es ser serio? Dime, ¿por qué no soy seria?

-Da igual… déjalo. Es sólo que a veces te miro mientras lees, mientras sonríes cuando imaginas, mientras canturreas al maquillarte… y siento que no encajo en tu mundo de fantasía.

-¿Sabes? Yo no vivo en un mundo de fantasía porque crea que las libélulas son hadas y traen suerte. No vivo en un mundo de fantasía por ilusionarme con la cosa más pequeña. No vivo en un mundo de fantasía con toboganes de colores y en forma de arcoiris... 
Yo vivo en un mundo de papeleras azules y vallas que a veces ponen límites y barreras a los sueños, y la forma de decorar mi mundo es mía… 
Por supuesto que sé ser seria, ser “mayor”, ser adulta. Por supuesto que soy madura, y de sobra lo sabes. Por supuesto que sé tomar las decisiones adecuadas...
Sabes que no soy infantil. No me juzgues.

-No te juzgo, me pareces increíble, pero no creo que yo sea ni pueda ser como tú.

-No te confundas, yo no soy de ninguna manera, soy yo, no hay más. Punto. No se trata de ser o no ser, esa no es la cuestión, aunque Shakespeare se empeñara en hacer dudar tanto a Hamlet… 
Se trata de saber actuar en cada momento como corresponde, de saber qué modo debes activar. De ser serio cuando hay que serlo y divertido casi siempre. Se trata de no dejar que se duerma el niño que llevas dentro.

Será que no quiero crecer, o al menos no así. Será que pedí que me quitasen las cuatro muelas del juicio porque no quería tenerlo ni quería “ser mayor”. Será que no perdí el norte o que nunca lo tuve porque nací en el sur. Será que esto no es real. Será que lo que escribo tampoco lo es. Será lo que quieras que sea, pero al final es sólo que, a veces, cuando nadie mira, y sólo cuando nadie mira… también sé jugar a ser mayor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario