miércoles, 5 de octubre de 2011

De miradas ajenas y cristales de colores.

En ocasiones, haciendo limpieza de cajones y corazón, encuentras cosas como ésta, que te demuestran una vez más que el color sólo depende del cristal por el que miras.
Hay cristales fríos, oscuros, rotos, opacos, feos... pero también hay cristales de colores. Por eso a mi me gusta tanto girar el caleidoscopio...


"Cuando alguien se refería de esa forma hacia ella, ella siempre contestaba: "define loca".
Al final iba incluso hasta a creérselo.

Tonta sí, porque tonterías sí tenía, ¿ves? De esas que la hacían especial, muchas. 
Gracias con gracia y sin gracia. 
Salidas de tono, pero también mucha vergüenza demasiadas veces.
Su sonrisa: siempre. Sonrisas que "son-risas", porque ella siempre se reía de todo.


Hablaba sin parar, generalmente cuando estaba nerviosa. Mucho y muy rápido. Tanto que a veces llegaba a bombardearte no imaginas hasta qué punto. Pero casi siempre era interesante escucharla. Aunque más de una vez se hacía un lío porque su cabeza pensaba con más rapidez de la que la velocidad de su lengua podía permitirle, y acababa enredándose, repitiéndose, y diciendo cosas sin sentido. Pero cuando no estaba nerviosa, hasta sus silencios resultaban cómodos.

Había aprendido a vivir con cada latido, y eso estaba bien, pero más de una vez le trajo problemas.


Divertida. 
Ingeniosa como pocas chicas vi. Era capaz de coger cada una de mis coñas de humor inteligente al vuelo.
Con una vida interior que poca gente comprendía y que la hacía tan interesante, tan auténtica.


A menudo me hacía enfadar porque le gustaba que le riñese. Siempre necesitó una figura autoritaria que de vez en cuando le salpicase con algo de seriedad.


¿Desvirtuada? Ella decía que sí, y yo pensaba: "apasionada".


Con memoria de elefante igual que su "trompita", de la que siempre se quejaba pero que yo veía perfecta. Inteligente, musical, con una voz tan peculiar que me encantaba.
Se volvía loca cantando en el coche, y le daba igual que en los semáforos el resto de conductores la mirasen perplejos.


Ponía corazón en todo lo que hacía, otra de las cosas que le dio más de un problema.


Borde: la que más.


Defectos, muchos.


Una mala leche increíble. Tanto que cuando se enfadaba amenazaba con convertirse en "el humo negro" de "Lost".


Insegura, tímida, caminaba siempre altiva y mirando al frente, dando la sensación de ser engreída, pero era todo lo contrario.


Sencilla...


Llorona casi siempre y débil en ocasiones.


Contradictoria. Veleta. Camaleónica. Fugaz.




Que había perdido el norte lo escuchó más de una vez.. pero ella siempre contestaba que quizás lo perdió cuando le sacaron las muelas del juicio.. o quizás jamás lo tuvo porque nació en el sur.


Te preguntarás por qué la describo en pasado. No lo sé, supongo que queda más bonito. O tal vez después de tanto tiempo ya no es la misma de antes... Yo ya no lo sé. Pero no lo creo, porque para mí es de esas personas que, para bien o para mal, jamás perderá su esencia."

7 comentarios:

  1. ME encanta *-* y me recuerda tanto a mi mejor amiga.. ^^ pasate por mi blog: http://judithalteclado.blogspot.com/

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  2. Chula la descripción!!
    Todos tenemos un no se que q... que se yo! :D

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  3. Me encantan esos "no sé qués" de la gente!
    Son los que hacen el mundo divertido ;)

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  4. No sé quién es pero me encanta como la describes, en muchas cosas, no en todas, creo q en cierta manera se parece a mí. Me encantaría q algún día alguien me describiera así, inspira ternura, cariño, sin duda es alguien muy especial.

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  5. Yo no sé quién eres tú, pero... gracias! :)
    Es una descripción que alguien, un día, hizo sobre mi.

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  6. una descripción q alguien un día hizo sobre ti y la clavo! :D

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