jueves, 14 de febrero de 2013

"Amor y otros desastres"

Hace tiempo que tengo este post en borradores, y no se me ocurre día mejor que hoy para publicarlo.

Nunca nada me pareció tan divertido como crear un rol, inventar un personaje y mantenerle al otro lado del teclado.
Podrás creer que me conoces y no tendrás ni la más remota idea. Podrás creer que creo historias o que cuento realidades. Podrás que creer que creo en el amor o que soy una asesina de cupidos... 

En cualquier caso, y enamorada o no, ahí os dejo el que es, para mí, uno de los mejores diálogos de esta peli con la que creo que todos seríamos capaces de identificarnos en más de una etapa de nuestras vidas:








Peter: Te has planteado que el amor verdadero pueda ser una conspiración?

Jacks: ¿Una conspiración?
Peter: Sí. Una conspiración capitalista, una mentira urdida por la industria del cine, la publicidad y la música; todos vendiéndonos humo, un concepto que ni siquiera existe.
Jacks: ¿Que el amor verdadero no existe?!
Peter: Piénsalo bien. ¿Dónde está si no es en canciones, libros o películas? ¿Quién puede decir sinceramente "Siempre te querré"?
Jacks: Whitney Houston!!
Peter: Sí, cuando va puesta de crack. La cuestión es que la gente se deprime porque busca esa cosa inexistente o lo hace igualmente porque cree que se ha conformado con menos.
Jacks: Yo no estoy deprimida y creo en el amor verdadero.
Peter: Sí, por eso sigues acostándote con tu ex-novio.
Jacks: Ponen "Desayuno con Diamantes", la vemos?
Peter: No me escuchas?? Te estoy diciendo que las películas han suprimido mi capacidad de amar...


He aquí la prueba de que hay más gente que cree que el amor está sobrevalorado. Es mi escena preferida de "Amor y otros desastres", una reflexión sobre la confrontación entre el amor verdadero y el amor de película.

¿Y si el amor verdadero es simplemente un proceso? Un "algo" a lo que hay que dar la oportunidad?
¿Cuántas personas se soportan hoy en día durante el resto de sus vidas? 
¿Cuántas relaciones son tan perfectas como se nos vende en las novelas rosas y las comedias románticas?
¿Debemos exigirnos menos? ¿Esperar menos de nuestras relaciones? 
¿Existe ese amor fuerte, grande, azul...? O es sólo una etapa, un período efímero que tiene fecha de caducidad?

Al principio de una relación el cerebro se sobrecarga de reacciones químicas que lo desbordan... que nos quitan el sueño, el hambre, que nos hacen ver todo el mundo que nos rodea de color de rosa y con toboganes de arcoiris y osos amorosos (puaaagggg)... Y eso cuánto dura?
Qué es enamorarse? Es tener todos esos síntomas? ¿O no tiene nada que ver con todo eso y se simplifica en querer tener a tu lado a esa persona que te complementa y completa, que te hace sentir especial? Porque a ver... Especiales lo que se dice especiales, puede hacernos sentir mucha gente a lo largo de nuestra vida y no por ello nos enamoran...

También puede ocurrir que al principio de una relación, y aunque el cerebro se sobrecargue de todas esas reacciones químicas inexplicables desde mi modesto conocimiento, nosotros mismos nos frenemos por miedo... Miedo a qué? A estamparse? Sí, supongo que sí... 

Entonces...? Qué mierdas es el amor? A ver... ¿Es encontrar una persona que cumpla con los requisitos que tú estableces para el compañero perfecto de vida? 
¿Es encontrar una persona que no los cumpla pero que te haga sentir que estás en una montaña rusa? Porque recuerda que eso es humo... boom! Se esfuma, se va...
Supongo que es encontrar una persona que reúna esas dos cosas, y encontrarla en el momento adecuado.
¿Siempre hay uno de los dos en una relación que se conforma? Que empieza sin estar convencido y se deja ganar con el tiempo? Porque si es así... vaya farsa!! O sea, que el que se conforma no tiene derecho a sentirse consquistador y triunfador por tener exactamente lo que quiere, como es el caso de la otra parte?
Aaaahhh, ya, ya, ya.. Es que el amor consiste en que los dos se quieran y se adoren y crean que son maravillosos el uno para el otro y tengan mariposas en la tripa a la vez y desde el mismo momento... Claaaro... -.-'

Creo que se pierden los valores, que ya nada es como era, que nadie aguanta todo y todos saltamos por nada... Y así pasa, que la vida va deprisa, que se cambia de fondo de armario, de música, de móvil y de pareja a una velocidad que el mundo no sé si puede o está preparado para soportar...

¿Estamos destinados a conformarnos? A acostumbrarnos? ¿A enamorarnos y desenamorarnos? ¿A ser unos "asesinos de cupidos"?

No... en el fondo sé que no... Y estaremos a salvo siempre que nos sigan temblando las piernas y sigamos buscando unos ojos concretos en todas las miradas...

Eso, eso sí es amor, saber que no es perfecto, saber que habrá mil baches a lo largo del camino, hacer el esfuerzo, reflexionar, encontrarse a sí mismo, "limpiarse" por dentro, centrarse... frenar.

Sí, eso es... FRENAR.

domingo, 10 de febrero de 2013

Te prefiero así..

Prefiero el mar a la montaña, el color al blanco y negro,  esperarte a que me esperes.

Prefiero el sol a la sombra, el chocolate sin leche y los viajes de noche.

Que conduzcas y me lleves, la moto antes que el coche y el café: solo y sin azúcar.

Prefiero olvidarte a que me olvides. O no.. quizás no.

Prefiero un abrazo fuerte fuerte a un beso vacío, una casa con jardín a un piso de ciudad, un perro más que un gato, pero eso sí, no mi gato.

Pedalear a andar, y nadar antes que nada.

Me gustan los juegos de palabras, bailar con las letras y sumar cada matrícula en los coches.


Que te rías conmigo a reírme de ti.

Echar de más a echar de menos.


Coca cola light sin hielo en el burguer, con hielo y limón en el bar, en bote y no en botella.

Prefiero un susurro a un grito, el desayuno a la merienda, irme a que te vayas.


Cerveza fría al sol de enero antes que una discoteca.

La música al ruido, el dulce al salado, lo amargo: siempre.


La comedia al drama, la siesta en el sofá, y el sueño... en la cama.

Prefiero escribir a hablar, comer: a todas horas, dormir si aún no es de día.

Madrugar trasnochando pero sin tener sueño. Y la persiana? Subida para verte en la ventana.


Prefiero lo cercano a la distancia, la diversión al miedo, el medio lleno envasado al vacío.

Que me conozcas a que me leas; que me estudies a que me ignores; que me escribas tú primero.


Las tormentas desde el sofá, y debajo de la manta. La lluvia en el cristal pero no en las pestañas. El frío sólo desde lejos.

Un libro a una revista, la locura a la cordura, inventarte a que me inventes. 


"Prefiero salir a ganar que quitarme de enmedio"

Te prefiero así, difícil, raro, extraño... hasta que por difícil, raro y extraño deje de preferirte.


Prefiero ser a parecer, soñar a despertar, vivir a que me cuenten.

Prefiero mis dos puntos suspensivos a los tres de todo el mundo..



Me acusaste de esconderme detrás de tres relatos, de no conocerme demasiado; me pediste que escribiese algo real. 

Aquí lo tienes. Aquí me tienes. O no... quizás no.








martes, 5 de febrero de 2013

"Vidas que dejé cruzadas.."

Existes. Existes y lo sé. Ya no tengo que inventarte, sólo tengo que esperar a que tú mismo te des cuenta.

Toda la vida imaginando la cara que tendría mi príncipe azul desteñido y de repente un día, zas! Lo averiguo así, sin más, porque sí, porque una sensación me lo ha chivado.

Soy exactamente lo que necesitas. Eres exactamente lo que necesito yo. Pero, sabes? Aún no me conoces, o al menos no del todo.
Aún no sabes que estoy aquí, que te espero. 
Aún no se te ha pasado por la cabeza que soy yo.. Bueno sí, te lo has planteado, pero demasiado fugazmente, y no te has atrevido ni a decirlo en voz alta por si te oyen las paredes; y tienes miedo, y estás perdido, y no es tu momento.

¿Que por qué lo sé? Porque a mí me ha pasado exactamente lo mismo contigo. 



Y con este último pensamiento apagó la luz de la mesita y se dispuso a soñar. Tranquila, porque sabía que el Universo tenía su plan, y que no importaba cuánto tardara en llevarse a cabo, porque él era para ella y ya podía dejar de buscar sus ojos en cada mirada.
Quizás no tenía lo que siempre imaginó, pero alguna extraña sensación le decía que ya le había encontrado.




Y mientras cada cual repartía sus besos, seguía sus pasos y vivía su vida, ella esperaría sin impaciencia el momento en que el mundo le cruzase en su camino, porque estaba segura de que tropezarían algún día.. 

Cuando los dos estuviesen preparados. 

Cuando ya nunca volasen por Universos paralelos.

Cuando ya nunca se perdiesen.