-A veces te comportas como una cría…
-¡Y qué? ¿Y qué si digo tonterías? ¿Y qué si me fascinan las
teorías de los niños de 4 años? ¿Y qué si me emocionan las pelis de Disney?
¿No soy seria por
pisar los charcos? ¿No soy seria por cruzar sin mirar? ¿Por no tomármelo todo a
la tremenda? ¿Por tener siempre una sonrisa para alguien, aunque sea para quien
me da cambio para sacar tabaco? ¿No soy seria por no vivir amargada y llevar la
cara hasta el suelo como tú? Dime, ¿qué es ser serio? Dime, ¿por qué no soy
seria?
-Da igual… déjalo. Es sólo que a veces te miro mientras
lees, mientras sonríes cuando imaginas, mientras canturreas al maquillarte… y
siento que no encajo en tu mundo de fantasía.
-¿Sabes? Yo no vivo en un mundo de fantasía porque crea que
las libélulas son hadas y traen suerte. No vivo en un mundo de fantasía por
ilusionarme con la cosa más pequeña. No vivo en un mundo de fantasía con
toboganes de colores y en forma de arcoiris...
Yo vivo en un mundo de
papeleras azules y vallas que a veces ponen límites y barreras a los sueños, y
la forma de decorar mi mundo es mía…
Por supuesto que sé ser seria, ser “mayor”,
ser adulta. Por supuesto que soy madura, y de sobra lo sabes. Por supuesto que
sé tomar las decisiones adecuadas...
Sabes que no soy infantil. No me juzgues.
-No te juzgo, me pareces increíble, pero no creo que yo sea
ni pueda ser como tú.
-No te confundas, yo no soy de ninguna manera, soy yo, no
hay más. Punto. No se trata de ser o no ser, esa no es la cuestión, aunque Shakespeare
se empeñara en hacer dudar tanto a Hamlet…
Se trata de saber actuar en
cada momento como corresponde, de saber qué modo debes activar. De ser serio
cuando hay que serlo y divertido casi siempre. Se trata de no dejar que se
duerma el niño que llevas dentro.
Será que no quiero crecer, o al menos no así. Será que pedí
que me quitasen las cuatro muelas del juicio porque no quería tenerlo ni quería
“ser mayor”. Será que no perdí el norte o que nunca lo tuve porque nací en el
sur. Será que esto no es real. Será que lo que escribo tampoco lo es. Será lo
que quieras que sea, pero al final es sólo que, a veces, cuando nadie mira, y sólo
cuando nadie mira… también sé jugar a ser mayor.
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